Conversación
Misoginia: monstruos en el laberinto
21 sep. 2025
12:00 A 13:00
Escenario Allianz, Plaza de España
Decía Plutarco que el odio es la ira cronificada. El sentimiento no descansa ni aun con el mal que pueda recibir el ser odiado. El escritor de Queronea, el mismo que escribió un opúsculo preguntándose sobre si era preferible hacer el amor con hombres o con mujeres, también fue el autor de un pequeño texto sobre las virtudes de las mujeres, quizá porque para muchos escritores de la antigüedad, las mujeres no eran ni podían ser naturalmente virtuosas. Muchos siglos después, en su tratado sobre la educación de las niñas (de 1687), el gran retórico francés de la Mothe-Fénelon consideraba que la mujer virtuosa debía ser buena, económica, sumisa, silenciosa y fecunda.
A lo largo de los siglos, la misoginia se ha dejado sentir en las letras y en las artes, ya sea mediante la exclusión, la violencia o el desprecio. A través de la mirada incisiva de algunas de nuestras pensadoras más relevantes queremos preguntarnos por las raíces de este mal, por sus formas poliédricas y por su obstinada cronicidad.