A lo largo de la historia de la literatura y del pensamiento, no han sido pocas las ocasiones en las que las mujeres han sido denostadas o acusadas de las más grandes tropelías y debilidades, a consecuencia, según se decía, de su propia naturaleza. Algunos de los estereotipos tradicionalmente asociados a las mujeres, como su mayor sensibilidad, su bondad o su universal deseo de maternidad, todavía resuenan junto con otros tantos lugares comunes, más dañinos si cabe. Todavía a día de hoy hay quien piensa que el interés en las vidas ajenas es cosa de mujeres o que su carácter es más propenso a traición, incluso al mal. Preguntaremos a Anna Caballé, autora de una extraordinaria historia de la misoginia, y a Núria Sánchez-Madrid, una de las grandes voces jóvenes que reivindican el legado filosófico de las mujeres en la España del siglo XX, por las razones que han dado lugar a estas hierbas tan difíciles de erradicar.