Conversación
Historia pública
20 sep. 2025
20:00 A 21:00
Círculo de Bellas Artes
En colaboración: Comisionado para la Celebración de los 50 años de España en Libertad
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Comisionado para la Celebración de los 50 años de España en Libertad
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La historia en general la escriben los historiadores. Pero no solo. También la abordan sus protagonistas o los ciudadanos interesados en el pasado. En las últimas décadas, han sido algunas las voces en España que se han sumado a esta “disposición” historiográfica. Una disposición que abre la autoría de la historia a los públicos, como han hecho otras disciplinas; que asume que en los dispositivos históricos o memoriales existe una responsabilidad compartida. Es lo que implica la democratización del conocimiento. Jesús Izquierdo Martín, profesor de historia moderna y contemporánea de la UAM, es también una de las voces más visibles de las que, en España, abogan por una historia pública activa. Y los novelistas César Sebastián y Susana Sánchez Arins son dos ejemplos relevantes de esta disposición que hace del ciudadano y del creador un actor del pasado y un autor de la historia:
Dicen (Seique, 2015) es figuración narrativa y, a la vez, literatura de la memoria que evoca un pasado íntimo y familiar desde la justicia poética, desde una narración transparente y honesta sobre la necesidad de redimir el larguísimo silencio impuesto por los vencedores de la guerra de 1936. Susana Sánchez Arins grita el silencio entre sus páginas para hablarnos de la inhumanidad del perpetrador y para vocear el nombre de uno de los muchos españoles que trataron de borrar sus actos asesinos en los archivos, en la memoria de la ciudadanía.
Ronson (2023) es un dispositivo gráfico casi sin costuras que mueve a la reflexión y remueve, y lo hace sin filtros, descarnadamente, con la brutalidad y la fascinación que conservan los recuerdos en la memoria. Es así una obra sobre la memoria de lo cotidiano en una infancia rural y asombrada, de las primeras veces y del descubrimiento de la amistad, pero también de la violencia y crudeza que rodeaban el mundo de los adultos en nuestro pasado dictatorial, y tiñeron la infancia de una generación. Aquí las sombras de una época conviven con la claridad de esa luz del pueblo en unos dibujos magistrales. César Sebastián es su autor, quien con audacia ha construido una de las mejores novelas gráficas aparecidas en esta década de profusión creadora.